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Diferencias entre antiguo régimen y liberalismo - La formación de la España liberal (1808-1874)

El siglo XIX es un periodo de transición entre el Antiguo Régimen al sistema capitalista y liberal. Durante este siglo tienen lugar transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales que cambian la humanidad(industrialización...)

El Antiguo Régimen define un modo de sociedad y de gobierno caracterizado principalmente por la sociedad estamental, la pervivencia del mayorazgo y de las manos muertas, y la monarquía absoluta. La humanidad vivió bajo este sistema hasta la revolución liberal.

En el ámbito político, como ya hemos dicho, se caracteriza por tener la monarquía absolutacomo forma de gobierno. El poder viene de arriba, el Rey es rey por voluntad divina. Es la fuente última del poder y del derecho, por lo que puede hacer y deshacer leyes a su antojo. Concentra los tres poderes en su persona, aunque puede delegarlos en un noble para que ejerza la justicia en su nombre en un determinado territorio.

La sociedad se caracterizaba por la existencia de tres estamentos u órdenes: la Nobleza, el Clero y el Tercer Estado. La Nobleza viene determinada por el nacimiento. Ésta, al igual que el Clero, goza de privilegios frente al Tercer Estado. No se trata solo de privilegios económicos(pagan menos impuestos, el clero recibe el Diezmo)sino también jurídicos. Los estamentos privilegiados son juzgados por tribunales especiales y, en ocasiones, los nobles pueden juzgar personas; todo esto bajo siempre y cuando el rey lo permita)

En cuanto a la economía se refiere, la economía del Antiguo Régimen no está regida por la libre fluctuación del mercado. Existen trabas(aduanas interiores) que impiden el libre comercio.

Nobleza y Clero están protegidos de la ruina económica por privilegios especiales(mayorazgo y manos muertas, respectivamente). No pueden perder las tierras que poseen, sus tierras no pueden ser compradas ni vendidas, por lo que las estas tierras salen del mercado. Además, el clero recibe el 10% de las cosechas de los campesinos(Diezmo)

En lo que se refiere a la cultura, priman la tradición y los valores religiosos. Se concebía al hombre como un ser que tal nacía, moría, no se podía cambiar el destino para el cual se había nacido. Por ello, no cabe la creatividad ni la idea de cambio.

El liberalismo presenta un modelo distinto.

En el plano político el orden deriva ahora de abajo, del pueblo, es lo que se llama el orden constitucional. El liberalismo entiende que los hombres se reúnen en una sociedad y se dan un “contrato” para establecer unas instituciones que respeten unos derechos naturales del hombre(derechos de nacimiento: libertad, igualdad, propiedad). Este contrato, si está escrito es a lo que llamamos Constitución. Las normas son fijas, no dependen de la voluntad real.

El rey no concentra los tres poderes, se produce la división de poderes lo que evita la arbitrariedad de los que mandan, así como el poder despótico(ejecutivo, legislativo, judicial)

Estas ideas de contrato social y de división de poderes provienen de Locke y Montesquieu.

Es indiferente que el orden constitucional sea una república o una monarquía, puesto que la monarquía vendría del pueblo(el rey sería elegido por el pueblo)

La sociedad es en el sistema liberal una sociedad dividida en clases, una sociedad abiertaque permite el ascenso de una clase a otra por enriquecimiento. Es a lo que llaman “libertad de oportunidades”; todos tienen derecho a enriquecerse sin que el estado ponga trabas(poco intervensionismo del estado)El liberalismo no considera la igualdad de riqueza, tan solo la igualdad ante la ley, frente a la desigualdad que se vivía en el Antiguo Régimen.

La libertad económica caracteriza al sistema liberal. Se trata de una economía de mercado. Lo básico es que el hombre aspire a acumular riquezas. Algunos economistas, como Adam Smith, aseguran que cuando el hombre trabaja sólo para sí, para enriquecerse él mismo, sirve mejor a la sociedad que cuando trabaja para el bien común.

La propiedad es considerada un derecho innato. El estado no debe intervenir, lo que deriva en la libertad de comercio y la amplitud de mercados. El liberalismo pugna por la supresión de las aduanas interiores lo que ayudaría a la creación de un mercado nacional.

En cuanto a la cultura, los liberales siguen los ideales ilustrados: apelan a la razón y a la experiencia. Locke afirma que el alma es un espacio en blanco a llenar de experiencias personales filtradas por la razón. Este filtro que ha de realizar la razón fomenta un espíritu crítico en las personas. La razón es considerada la fuerza con la que cuenta el hombre nuevo. se entiende que se puede combatir el pasado y cambiar el destino.

El hombre libre es aquel dotado de fuerza para cambiar la sociedad en la que vive. Estas ideas ilustradas son muy aceptadas entre las burguesías, e incluso por parte de la nobleza.

ANTIGUO RÉGIMEN
LIBERALISMO
  • Política : Monarquía absoluta
  • Sociedad estamental
  • Economía no regida por la libertad de mercado
  • Cultura: tradición y valores religiosos
  • Política: orden constitucional
  • Sociedad de clases(sociedad abierta)
  • Economía de mercado
  • Cultura: pensamiento ilustrado


Como hemos dicho, el siglo XIX es un periodo de transición en el que perduran algunos restos del Antiguo Régimen y aparecen atisbos del liberalismo. No todos los cambios se realizan a igual ritmo. El siglo XIX está lleno de terceras vías, no todo es Antiguo Régimen o liberalismo.

España no es una excepción en este proceso. La España del Antiguo Régimen se movía por las mismas pautas que los demás países del resto de Europa, a excepción de Gran Bretaña. La España de 1800 no era una España fosilizada de señores y siervos. Durante el siglo XVIII, España había vivido un aumento demográfico, cierto incremento del comercio, la expansión agrícola, la mejora de la productividad agrícola, así como un alza de precios.

El despotismo ilustrado supuso el ascenso a la élite del poder de una nueva burocracia no siempre procedente de la nobleza(sirva de ejemplo el caso de Campomanes). Los cambios eran una bomba de relojería para un sistema como el Antiguo Régimen.

Comienzan a aparecer las élites enriquecidas por la mejora de la productividad agrícola o del comercio. Estas nuevas élites no gozaban de los privilegios de la nobleza y el clero: pagaban más impuestos. No podían invertir sus beneficios en la compra de tierras. La compra de tierras daba seguridad (“fisiocracia”) . la existencia del mayorazgo y de las manos muertas impedía la compra de las mejores tierras(2/3 de ellas estaban fuera del mercado) . la inversión de beneficios era cada vez más difícil. Las nuevas élites se unen a través de las ideas ilustradas, que penetran incluso en parte de la nobleza y el clero.

A pesar de la existencia de la inquisición, sí existe una Ilustración en España. Las ideas ilustradas penetran en las élites españolas.

En España, la ilustración no desafía el poder real, pero sí introduce ideas que proponen acabar con las manos muertas, aduanas interiores, hacer política fiscal más acorde con la sociedad, etc. La sociedad da, por tanto, muestras de cambio. la crisis del Antiguo Régimen tiene lugar debido al dinamismo de la sociedad.

La crisis económica e institucional de la monarquía absoluta es un factor coyuntural de la crisis del Antiguo Régimen. Para hacer frente a la sangría económica que vivía España por su participación como aliada de Francia tras la Revolución Francesa en distintas guerras, la monárquica tiene que exigir nuevos impuestos a las élites enriquecidas por el comercio, por lo que estas élites se molestan. Además, los ingresos de la monarquía disminuyen por la crisis del comercio americano.

Como agravante, surge el problema dinástico, que conlleva la inestabilidad en la propia institución monárquica. De las disputas entre Carlos IV y su hijo Fernando VII se aprovecha Napoleón, emperador de Francia desde 1804. Napoleón quería incorporar los territorios del norte de España a su imperio francés dejando el resto de España como un protectorado. Fernando VII da un golpe de estado en Aranjuez que triunfa. Napoleón, aliado con Carlos IV, y con la excusa de estar arbitrando entre padre e hijo, convence a Fernando VII y entrona a su hermano José Bonaparte.