Itinerario seguido por las tropas de Riego en 1820 y focos revolucionarios en otras ciudades de España |
En 1814, tras la liberación de España de las tropas napoleónicas, Fernando VII volvió a ostentar la corona. Restableció una monarquía absolutista que abolió las leyes promulgadas por las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Reinará así durante 6 años (Sexenio Absolutista).
La delicada situación económica y la persecución de los liberales generó un gran descontento que fue capitalizado por el coronel Riego, quien el 1 de enero de 1820 capitaneó un levantamiento en cabezas de San Juan (Sevilla), utilizando las tropas destinadas a sofocar la sublevación de las colonias españolas en América. Los insurrectos obligaron a Fernando VII a jurar la Constitución de Cádiz e introdujeron en España un sistema liberal representado por una monarquía constitucional.
Esta situación política (Trienio Constitucional) duró hasta que, en 1823 los estados absolutistas invadieron España con un cuerpo de ejército al mando del Duque de Angulema (Los Cien Mil Hijos de San Luis) que derrotaron a Riego (que fue ejecutado) y restablecieron el poder absoluto del rey hasta su muerte en 1833 (Década Absolutista).
Breve Biografía de Rafael del Riego
Rafael del Riego nació en el seno de una familia hidalga asturiana. Tras graduarse por Leyes y Cánones en la Universidad de Oviedo en 1807, se trasladó a Madrid, donde se alistó en la Guardia de Corps. Con la invasión francesa de España, en abril de 1808, el general Murat le envió prisionero a El Escorial, de donde logró escapar. Se fugó hacia Asturias, donde su padre había sido nombrado miembro de la Junta Suprema de Asturias.
Iniciada la Guerra de la Independencia, el 8 de agosto de 1808 ascendió a capitán en la división del general Acevedo y al poco tiempo fue nombrado su ayudante. El 10 de noviembre de 1808 tomó parte en la batalla de Espinosa de los Monteros (Burgos), en la que las tropas españolas sufrieron una importante derrota.
Intentando proteger y salvar la vida del general Acevedo, fue hecho prisionero el 13 de noviembre de 1808 y después deportado a Francia, donde conoció las teorías liberales más radicales. Posteriormente fue liberado y entró en contacto con la masonería en Francia. Viajó también por Inglaterra y Alemania, y en 1814 retornó a España, reincorporándose al ejército con el grado de teniente coronel. Juró la Constitución de 1812 ante el general Lacy antes de que fuera derogada por Fernando VII.
Durante los seis años de gobierno absolutista de Fernando VII, se unió a la masonería. Posteriormente conspiró junto a otros liberales para reinstaurar la Constitución de 1812
La oleada revolucionaria que recorrió Europa en 1820 afectó fundamentalmente al área mediterránea, más concretamente a España, Nápoles y Grecia. En los dos primeros estados fracasó la implantación de sendas monarquías liberal-constitucionales debido a la intervención de los vecinos estados absolutistas.