La lotería, recetas gastronómicas, las butacas del 'paraíso'...
El curioso nombre con que se conoce a la primera constitución que ha tenido España en su historia tiene su origen en la fecha en que fue promulgada: el 19 de marzo de 1812, el día del Padre y festividad de San José. Y es que la constitución, al ser un término femenino, y conocerse a quienes se llaman Jose como Pepe, pues finalmente el pueblo español decidió llamarla cariñosamente "la Pepa".
La constitución de Cádiz tuvo una vigencia muy corta, tan solo dos años, exactamente hasta el 4 de mayo de 1814, cuando el rey Fernando VII volvió a ocupar el trono, sin embargo se la considera una de las más liberales de su tiempo. De hecho establecía una monarquía constitucional, la soberanía nacional y una separación de poderes como bases del estado. Sin embargo, por muy liberal que fuera para la época, las mujeres seguían estando en un segundo plano: solo podían votar los hombres. el sufragio universal masculino. Y proclamaba el Estado completamente confesional, sin derecho a la libertad religiosa. En cualquier caso, con esta proclama, la soberanía que hasta el momento había correspondido al Rey y que le daba poder pleno y supremo sobre el estado, pasaba a la Nación como ente supremo representado en los diputados.
En 1814 volvió el absolutismo de la mano de Fernando VII, pero el poso democrático que dejó la Pepa perduraría durante decenios y sentaría las bases de otras constituciones.
La constitución de Cádiz tuvo una vigencia muy corta, tan solo dos años, exactamente hasta el 4 de mayo de 1814, cuando el rey Fernando VII volvió a ocupar el trono, sin embargo se la considera una de las más liberales de su tiempo. De hecho establecía una monarquía constitucional, la soberanía nacional y una separación de poderes como bases del estado. Sin embargo, por muy liberal que fuera para la época, las mujeres seguían estando en un segundo plano: solo podían votar los hombres. el sufragio universal masculino. Y proclamaba el Estado completamente confesional, sin derecho a la libertad religiosa. En cualquier caso, con esta proclama, la soberanía que hasta el momento había correspondido al Rey y que le daba poder pleno y supremo sobre el estado, pasaba a la Nación como ente supremo representado en los diputados.
En 1814 volvió el absolutismo de la mano de Fernando VII, pero el poso democrático que dejó la Pepa perduraría durante decenios y sentaría las bases de otras constituciones.
El periodo de las Cortes estuvo repleto de anécdotas y curiosidades.
- La sensación de peligro ante la llegada de los franceses unió al pueblo de Cádiz. Desde los propios soldados y diputados, hasta comerciantes o albañiles trataron de proteger la ciudad dotándola de fortalezas. Muchos incluso derribaron sus casas de las afueras para despejar el campo de tiro, y utilizaron sus ventanas como hierro para construir la muralla. Sin embargo, el entusiasmo fue momentáneo y al final se tuvo que pagar a la población para que colaborase. Así se construyó el Fuerte de la Cortadura, al que se le llamó de San Fernando.
- La Constitución recibió el sobrenombre de La Pepa por haber sido promulgada el día de San José, el 19 de marzo. Así surgió la expresión «¡Viva La Pepa!» para expresar alegría y desenfreno, que debieron ser los sentimientos del momento. También puede denotar desorden o falta de control, acepción que se impuso durante el franquismo.
- Durante la etapa constitucional nacieron muchos clásicos gastronómicos. Por ejemplo, la tortilla francesa. La que se hacía aquí llevaba cebolla, huevo y patata, pero durante la guerra faltaron las patatas, por lo que se vieron obligados a hacerla sólo con huevo. A partir de ese momento, a la tortilla de huevo se le llamó francesa y a la de patatas, española. También la mahonesa. Según la leyenda, apareció en Menorca durante la Guerra de la Independencia. Se dice que durante la ocupación de Mahón, el general que mandaba las tropas era de Bayona y mantenía relaciones con una mujer del pueblo. Ésta buscaba la excusa del aliento para frenar al general, que abusaba de la salsa de alioli, por lo que él dio órdenes para que se eliminara el ajo de la salsa y así habría surgido la nueva modalidad.
- También la lotería surgió en este contexto: ante la convocatoria de Cortes, Ciriaco González Carvajal, ministro del Consejo y Cámara de Indias, presentó un proyecto mediante participaciones en forma de billetes, muy similar al que ya existía en Nueva España (México) desde el reinado de Carlos III, como «un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes». El primer sorteotuvo lugar apenas 15 días antes de que se proclamase la Constitución.
- La impronta que dejó en Cádiz la firma de la Constitución quedó patente 100 años después, cuando se levantó el monumento de las Cortes en la gaditana Plaza de España. Junto a varias figuras alegóricas, la Pepa aparece sostenida por un grupo de Cariátides. Hoy, el recorrido turístico de la conmemoración sería: Palacio de la Diputación, Plaza de España, Casas de las Cinco y Cuatro Torres, Barrio de San Carlos, Alameda, Iglesia del Carmen, Plaza de San Antonio, Oratorio de San Felipe Neri, Museo de las Cortes de Cádiz, Calle Ancha y Plaza San Francisco. Fue el itinerario de la procesión cívica que recorrió las calles para proclamar el texto constitucional en distintos lugares de la ciudad.
Mapa de Cádiz y alrededores durante el sitio. Se puede observar el estudio de la trayectoria de la artillería francesa. |
- El ambiente bélico caló en la parcialidad de los 'informadores': los ciegos que recitaban romances daban siempre noticias de las victorias españolas y nunca mencionaban las derrotas. Cuenta la tradición que Juan Nicasio Gallego, diputado de las Cortes, le preguntó a uno de ellos si los franceses no ganaban nunca. «Sí, señor, pero esas noticias las dan los ciegos de Francia», le respondió.
- Los gaditanos siguieron con gran interés la evolución del programa reformista. Aunque no todos estaban convencidos de que su entusiasmo fuese espontáneo: los más hostiles a las reformas liberales mantenían que el público que asistía a las sesiones, capitaneado por 'el Cojo de Málaga', estaba comprado para presionar con sus aplausos en favor de las propuestas liberales.
- En la primera reunión de las Cortes sólo participaron 95 diputados por las dificultades para desplazarse por un país ocupado o para llegar desde América. El número fue aumentando a medida que pasaban los meses: la Constitución aprobaba en marzo contó ya con 184 firmas, mientras que el acta de disolución de las Cortes, en septiembre de 1813, fue consignada por 223. Nunca se alcanzó el número previsto de 240 diputados.
- En total se celebraron 1.810 sesiones. 32 en la Isla de León (hoy San Fernando) y 1.478 en la ciudad de Cádiz. Las jornadas duraban cuatro horas y se celebraban en sesiones públicas, a menos que el presidente decidiera hacerlas secretas.
- Ésta era la formación de los diputados: ocho comerciantes; nueve marinos; 14 nobles; 15 catedráticos; 30 militares; dos escritores; un arquitecto; un bachiller; un médico; 90 eclesiásticos; 56 abogados; 49 altos funcionarios y 20, sin profesión definida.
- La Iglesia de San Felipe, lugar elegido para celebrar las Sesiones de Cortes, contaba con dos puertas de entrada, una principal reservada a personalidades u ocasiones solemnes, y otra lateral por donde entraba el público que ocupaba las estrechas galerías altas que circundaban el templo. Esta última estaba rematada con el escudo de los Filipenses: un corazón con una leyenda que decía «Paraíso de las almas». Así nació la expresión 'paraíso', que se trasladó después al teatro.
- Tras firmar la Constitución se celebró una ceremonia en la iglesia del Carmen que estuvo marcada por viento y lluvia tan fuertes que llegaron a provocar un accidente sin graves consecuencias, y risas que paliaban algunas reflexiones. Antonio Alcalá Galiano lo recoge en sus memorias: «Estábase cantando el Tedéum, cuando el ímpetu del huracán tronchó delante de la iglesia un árbol robusto, y algunos de los circunstantes (entre los cuales estaba yo) no por superstición, sino como en burla, aludieron a que podría ser funesto agüero de la suerte de la ley nueva».